Google era un buscador, de eso hace mucho tiempo. Ahora es muchas más cosas: un servicio de correo electrónico, mapas callejeros, un portal de videos, un navegador, un teléfono inteligente, una computadora portátil... pero también es una empresa con licencia para generar y distribuir energía.
El discurso oficial de Google va en una línea cercana a lo que quieren oír los ecologistas: "Una contribución significativa al medio ambiente", según llegó a decir en su momento el presidente de la empresa, Eric Schmidt.
Pero hay expertos que señalan que, además, hay que hablar de otros factores, fundamentalmente del crecimiento de internet en "la nube". Google puede estar buscando independencia en energía, además de hacer negocio con ello.
Inversiones millonarias
"En su constante búsqueda de ser autónomos, se hicieron su propio navegador, su propio sistema operativo... es casi de lógico que también busquen sus propias fuentes de energía"Tomy Pelluz, analista de internet
Además, anunció la inversión de US$168 millones en uno de los mayores proyectos de producción de energía solar, en el desierto de Mojave (California).
Pero también son altas las sumas invertidas en energía eólica. Google anunció una inversión de US$55 millones en una granja eólica en California y otra de US$100 millones en otra de estas instalaciones en Oregón.
"Hemos apoyado empresas de energía limpia con tecnologías con potencial de crecimiento que podrían llegar a producir energía más barata que el carbón", señala la propia empresa.
La empresa además obtuvo la autorización del regulador del mercado para convertirse en proveedor de energía.
¿Y la nube?
"Sea por costos, sea porque buscan no depender de la energía que les suministran otros, lo innegable es que en el futuro va a ser un sector crucial y el interés que tiene Google. De ahí, sus fuertes inversiones", apunta Pelluz. "La 'nube' crece en una era en que el cambio climático y las emisiones contaminantes son una preocupación general. Con el crecimiento de la 'nube', sin embargo, se multiplica la demanda de energía", señala un reciente informe de la organización ecologista Greenpeace.Y eso porque el cálculo se basa en una estimación antigua de que tiene medio millón de servidores. "Google bien podría tener más de un millón, así que si la factura excediera de US$80 millones no sería una sorpresa".
El analista argentino Andrés Snitcofsky considera que esa cifra, en cualquier caso "no es un monto importante".
"Si vemos el reporte anual de resultados, en 2010 tuvieron así como US$18.900 millones de gastos. Cualquier innovación en el área, seguramente no estará al ahorro económico, sino que estará ligada a la responsabilidad ecológica, algo de lo que han dado muestras en el pasado", dijo Snitcofsky .
Ahora bien, como recuerda Pelluz, "no deja de ser un tema cada vez más importante". "Creo que su centro de datos de Oregon consume tanta energía como la ciudad británica de Newcastle".
"Lo que no me gusta de la metáfora de la nube es que hacen pensar en algo muy distinto a los centros de datos, por lo general fríos y sumideros de energía", comenta Pelluz.
Y es precisamente la existencia de ese sumidero y la consciencia de que va a ser cada vez mayor, la razón última del giro de Google hacia la energía: según Greenpeace, con el ritmo de crecimiento en el que están, los centros de datos y las redes de telecomunicaciones, en 2020, conmsumirán más energía de lo que en la actualidad gastan Francia, Alemania, Canadá y Brasil, juntos.
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