jueves, 2 de junio de 2011

Sobre las sanciones de USA a Venezuela y los bonos de la República

La semana pasada se produjo una noticia de gran trascendencia, aunque muchos no le hayan prestado la atención debida. Estados Unidos decidió aplicar a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) parte de las sanciones que ha estipulado para aquellas entidades que lleven adelante negocios con Irán en materia energética, debido a la política nuclear que desarrolla ese país a pesar de las advertencias de la ONU.

La decisión de Estados Unidos tiene consecuencias sobre las opciones de la estatal para levantar financiamiento en ese territorio y limita la emisión de nuevas licencias de exportación hacia Venezuela en el área de tecnología petrolera. Sin embargo, Washington dejó claro que la compra de cerca de un millón de barriles diarios de petróleo venezolano se mantiene en pie.

Aun con esta aclaratoria, el anuncio de la sanción que hizo el Departamento de Estado de Estados Unidos se tradujo en un impacto puntual en el mercado de deuda que, al final, inquieta al ciudadano común que invirtió en algún bono de la República o que está a la espera de una nueva emisión de papeles como una manera lícita de tener acceso a divisas.

Ya en concreto, al cierre de la semana, los principales papeles se cotizaban así: el PDV 2022 estaba en 77,2%, el PDV 17 en 70% y el bono de la República Global 22 en 84,6%

El mercado espera nuevas emisiones de bonos en dólares adquiribles en bolívares para esta segunda parte del año, tanto de la República como de la propia Pdvsa. Pero la incertidumbre de los últimos días puede complicar este escenario o, mucho más probable, retrasarlo un poco, ya que al Estado le resultan más costosas estas operaciones en la medida en que la deuda venezolana es vista como de alto riesgo por los mercados. A más riesgo, tiene que hacer ofertas más atractivas para captar inversionistas.

Ya en febrero pasado Pdvsa sintió el peso de la desconfianza. Emitió sus bonos con vencimiento en el año 2022 ofreciendo una elevadísima tasa de 12,75%.

Los analistas de mercado destacan un hecho en particular de toda esta circunstancia: en la medida que no se limite la exportación petrolera de Venezuela no hay razones para temer y más cuando la cotización del petróleo venezolano ronda los 100 dólares por barril.

De hecho, es posible pensar que los bonos ya tocaron el fondo de esta coyuntura y, salvo que nuevas noticias se produzcan y afecten la percepción del país y/o de su principal industria, el repunte comienza a sentirse.

Además, los precios bajos de los papeles no siempre son motivo para alarmarse, incluso algunos piensan que son un buen momento para hacerse con bonos como los PDV 2022 precisamente por su alto rendimiento.

Quien invierte en este tipo de instrumentos debe tener claro que se trata de un mercado riesgoso, volátil y que debe ser monitoreado constantemente para calcular el mejor momento para realizar cualquier operación.

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